martes, 3 de abril de 2012

LIEBRES

Todo va endiabladamente deprisa. El martes, como si hubiera pasado ya meses, es decir, ayer, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, soltó la liebre.
 Sé que al ministro le acompaña un currículum brillante y muy especializado en asuntos económicos; pero, también, al haber nacido en 1960 se formó en una asignatura de la etapa franquista que suponemos él ha superado, pero el poso... querámoslo o no, queda si no se intenta el reciclado continuo, me refiero a la Formación del Espíritu Nacional.
¡Qué poco evoluciona el pensamiento conservador en cuanto a preservación de derechos ciudadanos! ¿Duda, acaso, el Sr. de Guindos que ese derecho, hoy constitucional, es garantía de participación civil en los asuntos que conciernen a los ciudadanos frente al poder político y empresarial como grupos que ocupan un poder difícilmente controlable?
No es que la huelga general sea un instrumento. Esa acción es un derecho cuyo ejercicio cambiará -los modos- de acuerdo a los tiempos. Recuerde el Sr. de Guindos que en situaciones democráticas, y sin abusos de hambre, el personal no persigue a los empresarios, ¡cómo hemos cambiando desde no hace tanto tiempo!
A mí lo que me preocupa es que el Sr. de Guindos y el de los defensores del neoliberalismo ignoren que su pensamiento es cíclico, siguen haciendo lo mismo y empeorándolo todo en el sistema capitalista que tanto defienden. Pero, estoy seguro que, en el fondo, tanto él como yo sabemos que eso del libre comercio, la libre empresa -me refiero al sistema a lo grande no en la realidad cercana- es una farsa. Por ejemplo vale, uno solo, y él lo conoce muy bien: el rescate financiero. En verdad, siguiendo los principios capitalistas, no habría que haber acudido a él ni los gobiernos instar a los bancos centrales a proponerlo y facilitarlo. Siendo generosos, podríamos exponer un ejemplo más de la farsa: el libre comercio practicado en Occidente...Nada más alejado de aquel laissez faire-laissez passer. Él si sabe a qué nos referimos porque anduvo en esos líos. Hay bibliografía abundante. Me gustaría que hiciese él alguna valoración sobre trabajos realizados por economistas de prestigio como Samir Amin, Elmar Altvater, François Morin o Peter Gowan (fallecido). Hay políticas alternativas. En verdad, el Imperio Británico nunca aplicó las políticas de Adams Smith, todo fue militarismo y fuerza para la preponderancia occidental sobre los conquistados y sometidos.
El sr. ministro sabe también como yo que a estas "liebres" para entretenimiento hemos de entrar, pero para acallarlo, sin olvidar que el objetivo es el que es, y el 29 es un instrumento al que le seguirán otros, porque esa no es la política que nos sacará del atolladero en el que nos han metido. Es verdad que él tiene mucha experiencia, recopilada de sus responsabilidades en Lehman Brothers, del que fue presidente ejecutivo para España y Portugal, precisamente dos años antes del derrumbe...en 2008 ya estaba ocupando otras responsabilidades a salvo de los cascotes del edificio de cimientos viciados que él sin duda ayudó a edificar en pleno auge de las "subprime". En fin eso es otra historia.
Que no nos vengan con los cuentos de posmodernos, que como decía alguien de por aquí: ¡qué son más antiguos que el hilo negro!
Nosotros a lo nuestro, que hay mucho por hacer. Rectificando y aprendiendo de los errores. Dicen que de los errores se aprende, pues nosotros después de los muchos que hemos cometido estaremos ya alcanzando la sabiduría. La izquierda es el sitio.

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