lunes, 4 de marzo de 2013

El empecinamiento

  El gobierno no quiere darse por enterado. Hasta la saciedad hemos repetido que estamos viviendo una situación de auténtica emergencia nacional. El gobierno carece de credibilidad para generar confianza ni sabe cómo afrontar la realidad descalabrada del país.
  Esto no se derrumba a pesar del deseo inflamable de cambio que bulle por todas partes, en todos los sectores, en todos los ...frentes. ¿Qué frena el hartazgo colectivo que liberado arrasaría los mismos cimientos del sistema? El freno es el conservadurismo -no solo político sino también social- asentado en la sociedad misma, en su conjunto. Se teme, por el miedo inducido, a perder lo poco o lo mucho conseguido hasta el momento. El aislamiento aun en la masa es desesperanzador y hace frío a solas.
  ¿Qué cambio se propone? ¿Qué es lo que queremos? ¿Tenemos tiempo para la regeneración? ¿Es éste un sistema viejo, caduco, inservible? ¿Estamos perdidos o vencidos? Sin Europa no hay solución, la Europa de los ciudadanos con un sistema al servicio de las personas y una economía controlada y una guerra sin cuartel a la acumulación de riqueza en pocas manos. Unas nuevas bases para las relaciones comerciales a nivel mundial donde se tenga en cuenta la procedencia de los bienes y las condiciones laborales y salariales de los que los producen...

Las Huellas del Exilio



  Recomiendo: En 2008 se publicó Las Huellas del Exilio. Esta obra, prologada por Vicenç Navarro, aborda las distintas "expresiones culturales de la España peregrina" por varios autores. Aquí se intenta dar una visión de la producción cultural, artística, filosófica, literaria... de tantos españoles y españolas exiliados por la guerra civil española y la implantación del régimen franquista.
  Navarro nos advierte de los costes que ha tenido para España el olvido del exilio. Aquí se quiere dejar entrever "la impronta que el desgarro y el desarraigo" dejaron en aquellas manifestaciones artísticas y culturales en todos los campos de la España del exilio.
  Pues ya deberíamos estar escribiendo sobre el camino que emprenden tantos jóvenes y trabajadores hacia otros países de Europa u otros continentes porque no hay más remedio. No es este flujo el que yo había imaginado, no la ida por la extrema necesidad... habíamos pensando en la estancia por la dicha de la oportunidad. Serán las huellas de otro exilio...